.
Correr
Como una película proyectada a cámara rápida, la nueva novela de Echenoz atraviesa cuarenta años de un destino excepcional y sin embargo misteriosamente parecido al nuestro, sobrevuela los golpes de mar de la Historia, nos apasiona y nos conmueve. Y nos regala una escritura extremadamente limpia, encrespada de esa impagable ironía que para Echenoz es sólo un pudoroso afecto.
En los Juegos Interaliados de Berlín, en 1946, al ver detrás del cartel de Checoslovaquia a un solo atleta desmañado, todo el mundo se ríe. Y cuando ese atleta, que no se ha percatado de que lo convocan para participar en su prueba, atraviesa el estadio como un loco gritando y agitando los brazos, los periodistas sacan veloces sus libretas. Pero después, cuando en los cinco mil metros y ya con una vuelta de ventaja acelera sin parar y cruza la meta en solitario, los ochenta mil espectadores estallan en un clamor.
El nombre de ese muchachote rubio que siempre sonríe no lo olvidarán nunca: Emil Zátopek. Su aire dócil y amable es una trampa: desde que descubrió que correr le gusta, ya nadie ha podido pararlo. El hecho es que siempre quiere saber hasta dónde se puede apurar. El estilo no le importa: corre como un excavador, la cara deformada por un rictus, sin aspirar a la elegancia. Es simplemente un motor excepcional sobre el que se han olvidado de montar la carrocería.
En pocos años y dos Olimpiadas, Emil se convierte en invencible. Nadie puede pararlo: ni siquiera el régimen checoslovaco, que en vano lo espía, limita sus traslados y distorsiona sus declaraciones. Emil corre, corre siempre. Corre contra su decadencia, y sonríe. Incluso en las minas de uranio adonde lo destierran porque ha apoyado a Dubček, y también mientras sigue con breves zancadas el camión que recoge la basura de Praga. Ni siquiera Moscú puede pararlo.
- Autor/a
- Jean Echenoz
- Editorial
- Anagrama
- ISBN
- 9788433975409
- Páginas
- 144
- Formato
- Rústica
- Fecha publicación
- 2010
- Traductor/a
- Javier Albiñana
- Colección
- Panorama de narrativas