

El fútbol inicia conversaciones y las concluye, crea amistades súbitas y las rompe, agiliza trámites y los empantana. El fútbol acerca culturas, borra fronteras y difumina clases sociales; permite penetrar en el alma de las personas sobre las que el reportero va a escribir. Saber de fútbol no es de derechas o de izquierdas, embrutecedor o inteligente, es solo un conocimiento útil, una herramienta de trabajo.
Ramón Lobo (1955) es uno de los corresponsales de guerra más importantes de la historia del periodismo español. Ha cubierto numerosos conflictos para el diario El País, desde la antigua Yugoslavia a Ruanda. Ha sido premio Cirilo Rodríguez (2002) y José Manuel Porquet (2010).